Una breve historia del Ministerio Antorcha de Salvación. En noviembre de 2005, tras pasar varios dÃas orando y buscando la dirección de Dios para mi ministerio a largo plazo, Dios me mostró que mi plan de vida es cumplir la Gran Comisión, llevando el evangelio hasta los confines de la tierra. AsÃ, en marzo de 2006, en una reunión con 14 miembros de la congregación en una sala, lanzamos la visión e iniciamos el trabajo en la ciudad de Sancti SpÃritus. Dedicamos los cinco primeros años de nuestro ministerio a establecer la iglesia local, a la que llamamos Antorcha de Salvación. En 2010, varias iglesias de la zona se unieron a nosotros, y comenzamos un trabajo regional que dio forma a nuestra visión como ministerio paraeclesiástico. Establecimos este ministerio con el propósito de unir iglesias en un área geográfica para celebrar actos evangelÃsticos, revitalizar iglesias y plantar otras nuevas. Hasta la fecha, hemos realizado más de 30 campañas evangelÃsticas con extranjeros y cubanos en el centro de Cuba. Más de 10.000 personas han aceptado a Cristo como su Salvador. Hemos formado a unos 200 pastores y misioneros y ayudado a fundar más de 20 iglesias. Al mismo tiempo, a través de estas iglesias, hemos ayudado a más de 1.200 familias de bajos ingresos con alimentos y medicinas, y a muchas iglesias con transporte e instalaciones para reuniones. Al ver el impacto del ministerio, pastores y hermanos de Estados Unidos nos recomendaron que lo estableciéramos como ministerio internacional en Estados Unidos, con la intención de llevar esta obra más allá de las fronteras de nuestro paÃs. AsÃ, el 20 de marzo de 2019, fundamos TOSI (Antorcha de Salvación Internacional) en Viena, EEUU. Desde entonces, hemos apoyado a iglesias en las siguientes áreas:
Evangelización
Plantar nuevas iglesias
Formación de lÃderes
Asistencia social
Ayudar a crear instalaciones logÃsticas.
En la zona donde iniciamos nuestro primer modelo de ministerio, se generó un movimiento de evangelización y de plantación de nuevas iglesias, que continúa hasta hoy. Lo más hermoso es que, aunque sigamos apoyándoles, ya no necesitan nuestra intervención ni nuestro liderazgo. Los pastores y lÃderes han adquirido las habilidades necesarias para organizarse y trabajar por el cumplimiento de la Gran Comisión aplicada a su contexto local. Hoy, nuestra visión es aplicar esta estrategia en muchos otros lugares del mundo. Nuestro principal objetivo es inspirar, movilizar, equipar y comprometer a las iglesias para que difundan el evangelio en sus comunidades y generen un movimiento autónomo y replicable. Tenemos muchos sueños, pocos recursos, pero una gran confianza en el Dios del que podemos decir «Ebenezer» (Dios nos ha ayudado hasta aquÃ). Aún nos queda mucho camino por recorrer; te pedimos que te unas a nosotros en esta visión de Dios para seguir trabajando en Su nombre y para Su gloria.