Una vez más, por la gracia de nuestro Dios, el glorioso evangelio de Cristo fue predicado en la comunidad de Las Tosas, en las afueras de Sancti Spíritus, Cuba, el pasado lunes 14 de julio. Un grupo de hermanos y hermanas se unieron al misionero Osvalmy Jaramillo para anunciar las buenas nuevas de salvación en Jesús a un grupo de personas de la comunidad.
La predicación del evangelio de Cristo es la proclamación del poder transformador de Dios, la revelación de Su amor incondicional y la invitación a una vida de reconciliación y esperanza. Es la proclamación de que, a pesar de nuestra imperfección y pecado, Dios nos ha amado tanto que envió a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz por nuestros pecados y a resucitar, conquistando la muerte y ofreciéndonos vida eterna.
En esta ocasión, nuestro gran Dios, en Su misericordia y voluntad, permitió que 16 personas escucharan el mensaje de salvación en Cristo, y que tres de ellas hicieran una profesión de fe, reconociendo a Cristo como su Señor y Salvador.
Predicar el evangelio implica confrontar el pecado y llamar al arrepentimiento, pero siempre desde un lugar de gracia y compasión. Reconocemos que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios, pero también proclamamos que Dios está dispuesto a perdonar y restaurar a todos los que se arrepienten y creen en Jesús.




