Como iglesia, nuestra misión y responsabilidad fundamental es predicar el Evangelio de Jesucristo. No solo es un mandato, sino un privilegio y un llamado que Jesús nos confió a todos los creyentes: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones…” (Mateo 28:19). La obra evangelística no es una tarea opcional, sino un mandato claro que debe movernos a la acción.
En un tiempo como el que vivimos, lleno de desafíos y necesidad de esperanza, el llamado a predicar el Evangelio se hace aún más urgente. La iglesia tiene la responsabilidad de llevar la luz de Cristo a cada rincón de nuestra comunidad, de nuestras ciudades y de nuestro mundo. No podemos quedarnos de brazos cruzados, porque el mensaje de salvación es la única respuesta verdadera a los problemas que enfrentamos.
Un tiempo de evangelismo es una oportunidad para renovarnos en este llamado. Es una invitación a salir de nuestras zonas de confort y llevar el mensaje de amor, perdón y esperanza a aquellos que aún no conocen a Cristo. Recordemos que la responsabilidad de predicar el Evangelio no recae solo en los pastores o en los misioneros, sino en cada miembro de la iglesia.
El evangelio de nuestro Señor Jesucristo fue predicado en esta ocasión en el poblado de Tuinucu por varios miembros de la Iglesia Bautista Antorcha de Salvación junto al misionero Yosmani Morales y hermanos de la misión , nos unimos para llevar las buenas nuevas del evangelio, llevando este glorioso mensaje a la mayor parte de los habitantes del poblado. Unámonos en oración para que nuestro buen Dios haga la obra.